La luz verde definitiva al proyecto de Madrid Nuevo Norte, nombre con el que ha sido rebautizada la Operación Chamartín, ha puesto en valor, tras décadas de espera, los terrenos por donde discurre este megadesarrollo de más de dos millones de metros cuadrados, la mayor actuación urbanística del momento en toda Europa.

Una oportunidad de oro que el banco NatWest ha decidido aprovechar. Como heredera de Royal Bank of Scotland (RBS), la entidad británica es uno de los principales acreedores de Nozar, promotora de la familia Nozaleda que lleva más de una década en concurso de acreedores, tras haber caído en desgracia en la crisis inmobiliaria de 2008.

Dentro de los 90 millones de euros que la promotora adeudaba a RBS se encontraba un préstamo ligado a un solar, de unos 9.000 metros cuadrados, que se encuentra dentro de los límites de Operación Chamartín, en los terrenos fuera de la M-30, donde el grueso de las actuaciones previstas son residenciales, frente al gran centro de negocios que está proyectado dentro de la circunvalación.

Al formar parte de la masa concursal, NatWest ha necesitado autorización para encargar a Savills organizar un proceso de venta de ese terreno que, según las fuentes consultadas, podría transaccionarse por unos 13 millones de euros, dinero que irá directo a rebajar la deuda de la promotora, una de cuyas prioridades actualmente es, precisamente, conseguir cerrar esta herida del pasado.

No obstante, según explican las fuentes consultadas, debido, precisamente, a encontrarse en concurso, el importe por el que termine acordándose la transacción deberá ser refrendado por el juez.

Las mismas fuentes señalan que, tras recibir la Operación Chamartín la luz verde definitiva, el importe que los diferentes propietarios de terrenos están pidiendo por los solares destinados a promoción residencial ronda los 1.500 euros el metro cuadrado fuera de la M-30, aunque también puntulizan que se tratan de medias, ya que el importe varía en función de la ubicación exacta del activo.

El resurgir de Nozar

Hay que remontarse a noviembre de 2008 para encontrar los orígenes del concurso en el que Nozar lleva más de una década inmersa. Entonces, un proveedor de los Nozaleda, Avalatransa, solicitó esta medida, que terminó aprobándose con un pasivo de casi 2.000 millones. Cuando parecía que la promotora estaba condenada a irse a liquidación, el proceso fue declarado nulo en el año 2018, volviéndose así a la casilla de salida

Un año después, y con un nuevo administrador concursal, Nozar contaba con cerca de una veintena de promociones en marcha, que sumaban unas 1.400 viviendas, gracias a que había conseguido volver a ganarse la confianza de la banca, que en diferentes operaciones había ido prestándole hasta 600 millones de euros. A cambio, la compañía había puesto en marcha un plan dirigido a devolver lo máximo posible en un periodo de cinco a siete años.

El principal acreedor de la promotora es Hacienda, a la que adeuda 57 millones de euros, según la última lista de grandes morosos hecha pública por la Agencia Tributaria. Esta situación explica también la importancia que tiene para la promotora una transacción como la venta de la parcela de la Operación Chamartín, ya que cada uno de estos pasos son un pequeño avance en su objetivo de ir liquidando toda esta deuda que lleva arrastrando más de una década.

Fuente: El Confidencial